La defensa del cambio implica promover y perseguir activamente transformaciones significativas en la sociedad. Implica concienciar, influir en las políticas y movilizar apoyos para abordar problemas acuciantes e impulsar un impacto positivo. A través de la comunicación estratégica, la colaboración y el compromiso, los defensores trabajan para lograr cambios sociales, medioambientales y políticos.

Los ciudadanos con competencias en defensa del cambio demostrarán una gran pasión por la justicia social y la igualdad. Poseerán excelentes habilidades de comunicación, lo que les permitirá articular eficazmente su mensaje y relacionarse con diversas partes interesadas. Estas personas serán proactivas, resistentes y decididas, y trabajarán constantemente para crear transformaciones sociales positivas a través de la defensa y el activismo.