La acción y el compromiso cívicos implican la participación activa y la dedicación de los individuos para impulsar un cambio positivo y marcar la diferencia en la sociedad. Abarca una amplia gama de actividades, como la participación comunitaria, la defensa de causas, el voluntariado y la asunción de funciones de liderazgo para hacer frente a los retos sociales, medioambientales y políticos. La acción cívica implica que los individuos reconozcan su responsabilidad como ciudadanos y trabajen activamente para crear un futuro mejor para sí mismos y para sus comunidades.

Los ciudadanos con competencias de acción y compromiso cívicos poseerán un profundo conocimiento de las cuestiones sociales, medioambientales y políticas. Tendrán habilidades eficaces de comunicación, colaboración y resolución de problemas, lo que les permitirá movilizar recursos y emprender acciones colectivas. Demostrarán empatía, inclusión y resiliencia, dando prioridad al bienestar de sus comunidades y abogando por la justicia social y la sostenibilidad. Con sus conocimientos, habilidades y actitudes, estas personas contribuirán activamente a un cambio positivo, trabajando por un futuro más equitativo y sostenible.